René Magritte |
kus.
siento haber engarzado tus dedos a mis párpados.
Yo respira, sobrevive con esa habla que eres tú, y los demás se asustan.
hace mucho me pareció ver en ellos dos eslabones de la misma cadena
ahora se evidencian tan solo dos huesos unidos por una articulación poco engrasada: tiempo
chirriante,
una lívida verdad muy parecida al ejercicio del olvido
El amor abre. Obliga a desplegar.
*Los versos en cursiva pertenecen al libro “Ronda de noche” de Ana Becciu.
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